Mujeres de base, agentes locales de cambio en la lucha anticorrupción

Talleres y reflexiones colectivas desde la base en el Estado y la Ciudad de México.

La segunda semana de marzo concluyeron los talleres sobre género y corrupción, coordinados por las organizaciones civiles Mujeres Democracia y Ciudadanía y Arkemetría Social. Comenzamos desde enero, visitando los municipios y alcaldías de Tecámac, Toluca, Gustavo A. Madero, Álvaro Obregón, Ecatepec, Xochimilco y Tejupilco, en ese orden. El objetivo fue poner a discusión la relación entre el fenómeno de la corrupción municipal y la vida cotidiana de las mujeres. De manera paralela, fortalecer la forma en la que una comunidad enfrenta esta problemática a partir de planteamientos viables.

Como en casi todo proceso de investigación, las hipótesis y premisas con las que emprendimos los talleres fueron cambiando o en definitiva se vieron superadas. Dimos cuenta de que a pesar de lo común que resulta escuchar sobre casos de corrupción en los medios de comunicación, en la población aún existe cierto desconocimiento sobre el concepto y los alcances que este tiene en el devenir de lo cotidiano.

Pero también fue posible percibir el potencial de la población para plantear estrategias que permitan enfrentar la corrupción en sí misma, así como los daños colaterales que esta conlleva.

Amas de casa, artesanas, agricultoras, campesinas, comerciantes, profesionistas, militantes en agrupaciones políticas y lideresas comunitarias, fueron más de cien mujeres y hombres con quienes pudimos compartir experiencias buenas, malas e impactantes que ocurren a diario, relacionadas con las tareas de los ayuntamientos.

Este amplio espectro poblacional, desde la base, nos permitió saber hasta dónde permea aquello que definimos como el uso, desviación o aprovechamiento de lo público en beneficio privado. Con la información que hemos logrado reunir, construiremos una agenda ciudadana anticorrupción, en aras de compartirla con los Comités de Participación Ciudadana, encargados de combatir la corrupción desde las instituciones públicas. 

Pero vale decir que no es este el único producto, sino que es un paso adelante en la recuperación de lo público por parte de los ciudadanos, abrir espacios para la organización vecinal y comunitaria a partir de derechos ya existentes, como a la buena administración y la participación ciudadana. Ello, sin olvidar que la horizontalidad, la transparencia y la rendición de cuentas son herramientas para enfrentar el abuso de poder, la discrecionalidad y la opacidad, elementos inherentes a la corrupción en todas sus formas.